El Cansancio de las Madres / El Enfado de las Madres

        Enfado

El Cansancio  de las Madres © Ana Álvarez-Errecalde (2023) – Realizado dentro del programa WAKIÑA, residencia artística de La Parcería, Madrid.

Instalación compuesta por tres fotografías en blanco y negro impresas en almohadas de 40 x 75 cm y un texto impreso en almohada transformada en saco de boxeo de 40 x 90 cm.

La rabia se considera poco femenina y tiene poca cabida en el imaginario social que atañe a las maternidad. Sin embargo muchas mujeres asumen la responsabilidad de los cuidados, de la crianza y – en no pocos casos – la responsabilidad económica que implica maternar. La indiferencia social a este esfuerzo desmedido provoca cansancio y enfado que muchas veces es vivido en soledad.

La almohada como símbolo de descanso, de renovación, de oráculo, de portal al mundo onírico, de protección y compañía. La almohada se transforma en saco de boxeo, para poder descargar el enfado que provocan la inequidad y el abandono. La almohada para aliviar la justa rabia que provoca que nos dejen solas criando, cuidando y asumiendo muchas más responsabilidades de las que deberíamos.

En España, hay medio millón de mujeres que afrontan solas la crianza de sus hijos e hijas; casi la mitad se encuentran en situación de pobreza, según los últimos datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los datos del INE muestran que la fotografía de hogar en situación de pobreza en España está protagonizada por una mujer con hijos. En esos hogares más expuestos a la pobreza y exclusión social los menores se enfrentan a una tasa de carencia material severa del 15,9 %.
“El problema central es que, no importa dónde vivas en el mundo, las normas dominantes de masculinidad se construyen activamente a partir de las vulnerabilidades de las mujeres” Soraya Chemaly @sorayachemaly – extracto de su libro “Rabia somos todas” (Rage Becomes Her)

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Texto que escribí tras una sesión de trabajo corporal realizada por mi compañera de residencia, Marina Santos, bailarina y artista brasilera, y que ha sido disparador de este trabajo:

“Pensar en descansar me enfada.

Me parece un derecho que a las mamás que maternamos hijos o hijas con discapacidad se nos niega.

¿Cuándo descansas si hasta en la noche sigues con un oído alerta?

¿Cuándo te duermes si en cualquier momento tu hijo puede tener un paro respiratorio,

una convulsión severa, una fractura espontánea al pegarse de forma involuntaria?

¿Cómo descansar si desde hace dos décadas todo tu cuerpo aprendió a estar en lucha?

Sé estar en guardia. Sé estar activa. Sé estar atenta al próximo riesgo, al próximo

ataque, preparada para la réplica, organizando de antemano la cura, la defensa…

¿Cómo se aprende que si descanso no acechará el peligro? ¿Cómo se desaprende el miedo?

Hay algo en el concepto de descanso que me duele, como le debe doler la palabra

dieta a quien ha pasado en su vida días de hambre.

Fantaseo con que descanso cuando voy a Argentina y estoy entre los míos, pero en verdad tampoco descanso.

Cuando voy, siempre hay mucho por hacer (mi madre tampoco descansa).

Y sobre todo, hay que recuperar el tiempo perdido por la distancia, hacer cosas para compartir

y crear recuerdos que perduren hasta el próximo abrazo.

Cuando voy quiero estar, ayudar, acompañar, escuchar y estar al servicio pagando con presencia la ausencia de tantos años fuera.

¿Cómo descanso? ¿Dónde descanso?

Descanso en el bosque. Descanso en la playa. Descanso en la naturaleza.

Este tiempo estoy lejos de la Naturaleza.

El duelo tras la muerte de mi hijo mayor me pidió verde, me pidió mar, me pidió cielo.

Descansé el poquito tiempo que pude dedicarle al duelo y luego tuve que ponerme en acción de nuevo.

Otra sacudida inesperada, la trama que se teje tras mi espalda, me obliga una vez más estar alerta.

Intento sostener a quienes amo y confiar en que la inestabilidad será pasajera.

Estar en acción hasta parece robarle lugar al duelo (que no al dolor que sigue intercalado y asomándose con tantos otros sentires que proceso).

Descanso

¿Cómo descansa un corazón en pena?

Descanso en la risa con amigas y amigos.

Descanso en el amor que doy y recibo.

Busco la solución. Ahí me reconstruyo. Vuelvo a salir de este sentimiento y me

pregunto si tal vez, levantarme de nuevo no es otra negación al descanso. No es acaso

la obligación a la resiliencia. No es más que la reacción predecible, basada en el

simple hecho de que no tolero hundirme en la mierda.

Ana Álvarez-Errecalde

 

“Las mujeres a menudo soportan infertilidad, embarazo, pérdida infantil, abortos espontáneos y muerte perinatal en aislamiento, porque si bien la tristeza es una respuesta socialmente aceptable a estos eventos que a menudo alteran la vida, la ira, la frustración, los celos y la culpa no lo son”. dice Soraya Chemaly. Yo agregaría muchas otras situaciones en las que se nos veta el enfado o – en las que peor aún- ya hemos aprendido a autocensurarlo porque hemos internalizado – a base de historia- que una mujer enfadada es una mujer loca.

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Tríptico "El Cansancio de las Madres, El Enfado de las Madres" ©Ana Álvarez-Errecalde 2023 realizado durante la Residencia Wakiña, de La Parcería, Madrid.

Tríptico “El Cansancio de las Madres, El Enfado de las Madres” ©Ana Álvarez-Errecalde 2023 realizado durante la Residencia Wakiña, de La Parcería, Madrid.

 

Agradezco a La Parcería, a Carolina Bustamante y a Camena Camacho por la invitación a formar parte del proyecto WAKIÑA, agradezco especialmente a Came epor compartir conmigo las tutorías y curatoría de esta exposición compartiendo vía whatsapp nuestras vidas durante estos meses, agradezco a mis compañeras de creación: Silvia Agüero Fernández, Marina Santos, Sofía Acosta, Paola Marjorie Hurtado, Linda Davis y Karessa Malaya. Agradezco la participación de Frida y el apoyo de mi hija Milla, mi hijo Alén y la inspiración de mi hijo Neuquén.
Agradezco a todas las personas que pasaron por la sala, en especial a Chule (Yan de Simone), a Prado Esteban Diezma y a Alfonsa.

Estas últimas fotografías de la exposición y el montaje corresponden a Tino Morán y Sofía Wong.

 

Skills: Cuidados, Emancipated Moms, Self Portrait, Visual Poetry